Claudia Daza

Nacida bajo el signo de los Peces, con la guía y estigma de Júpiter y Neptuno, con Tauro en su Ascendente y su Luna en el signo del León. Esa es la señal primera de aquella quien ama el arte, la cultura, el cine y cualquier historia, desde la oficial, la oral y la no existente.

Seguidora de Saura en todos sus colores como el ojo perfecto del flamenco. Con un amor platónico inalcanzable: Lennon. Se dice ser ecléctica porque ama las canciones de la trova, pero igual la perturban el canto jondo de los gitanos y las voces ofrendadas en el rock. Hubiera querido ser amiga de Dalí y Sáenz, actriz de Lorca, la maga de Cortázar, la empleada de Clarice Lispector, el bolígrafo de Pizarnik, las modelos de los prerafaelitas, los zapatos de Farruquito y «Los Fernandez», la alumna de Bruce Lee, la directora de arte de Peter Greenaway, la continuista de Kusturika, la productora de Tim Burton, la discípula de Jesús el Cristo, una chica Almodóvar y el espejo de la Friducha.

Le hubiera encantado hacerle una entrevista a Jaime Sáenz, a Violeta Parra, a Oscar Cerruto, a Alfredo Domínguez, a Arturo Borda, a Guzmán de Rojas, a Hilda Mundy, a Adela Zamudio y por supuesto a Zárate Willca.

Sus dedicaciones se desbordan por todo lado, desde entrevistar para una radio que ama, leer libritos y comprarse adictamente videos de películas independientes, hacer yoga y paralizarse en una asana, zapatear flamencamente, hablar y hablar, callarse y no decir nada, pero también dormirse inesperadamente cuando están pasando una película o cuando está cantando una canción. Al final de cuentas su deseo más grande es realmente ser una mujer y vivir la trascendencia.